Santiago Carrrillo, histórico dirigente del Partido Comunista de España (PCE), ha fallecido este martes en Madrid, a los 97 años, en su domicilio de Madrid, mientras dormía la siesta. La capilla ardiente se instalará en el auditorio Marcelino Camacho de la sede de CCOO en Madrid. Los restos mortales del histórico dirigente comunista serán incinerados mañana,
jueves, en el cementerio de La Almudena, según ha informado su familia, que
tiene la intención de llevar luego sus cenizas a la costa asturiana de Gijón
para esparcirlas en el mar, como era su deseo.
Santiago Carrillo Solares, nació en Gijón 1915. Era hijo de un destacado militante socialista y, en un principio, siguió los pasos de su padre ingresando de Juventudes Socialistas. Llegó, incluso, a ser secretario general en 1934.
En 1930, con quince años, comienza a colaborar como periodista en El Socialista y el 14 de abril de 1931, proclamada la República, se le encarga la información parlamentaria, y donde Carrillo se codea con los grandes periodistas encargados de la información parlamentaria de los otros periódicos. Tomó parte en el movimiento revolucionario conocido como Revolución de 1934, lo que le lleva a la cárcel hasta que, tras la victoria del Frente Popular en las elecciones del 16 de febrero de 1936, es puesto en libertad.
Durante la Guerra Civil, forma parte de la Junta de Defensa de Madrid, en la que Santiago Carrillo es nombrado Consejero de Orden Público, el episodio más controvertido de su biografía, se le responsabilizó de la matanza de militares sublevados en Paracuellos, aunque Carrillo siempre sostuvo que no participó en los hechos.
En 1975, Carrillo entró en España de forma clandestina, fue detenido y liberado doce días después. Ésta fue la antesala a uno de los pasos más importantes de la Transición: la legalización del Partido Comunista que tuvo lugar en 1976.
En las primeras elecciones democráticas, en 1977, fue elegido diputado por Madrid, formando después parte como tal en el proceso de elaboración de la nueva Constitución.Fue reelegido en 1979 y 1982, dejando la Secretaría General del Partido Comunista ese mismo año.
En 1985 se separó definitivamente del mismo y creó un nuevo grupo político, Partido de los Trabajadores-Unidad Comunista, con el que acudió a las elecciones de 1986, aunque no obtuvo escaño.
En sus últimos años siguió colaborando habitualmente con varios medios de comunicación como El País y la Cadena SER.