Ezequiel Fereyra
Víctima del trabajo esclavo
Ezequiel Fereyra, el niño de seis años que desde los cuatro era esclavizado por la empresa avícola Nuestra Huella, ubicada en Pilar, Argentina, murió a la 1:35 de la madrugada del martes 16 de noviembre. La corta vida de Ezequiel transcurrió la mayor parte de su tiempo entre la sangre y el guano de las gallinas, manipulando venenos con elementos cancerígenos de la empresa, para cumplir a rajatabla con los topes de producción que la patronal le imponía a su familia.
Las maestras de la escuela de Ezequiel habían advertido que el niño se dormía cuando iba a clase, hasta que a finales de septiembre se desmayó y fue llevado de urgencia al hospital. Allí, se le detectó un tumor cancerígeno en el cerebro y fue intervenido quirúrgicamente en dos oportunidades, finalmente, se produjo su fallecimiento.
Ezequiel fue traído desde Misiones con su familia a fines de 2007 por uno de los reclutadores que opera al servicio de la presidenta de la empresa Nuestra Huella, quien cobraba 2.500 pesos por cada familia que lograba engatusar.