En la localidad de Wamba, próxima a Valladolid, se conserva el mayor osario visitable de España, con miles de calaveras y huesos perfectamente ordenados en una de las dependencias de lo que fue un monasterio cisterciense y del que sólo queda la iglesia de Santa María.
En una de las paredes del claustro hay una pequeña puerta que esconde el osario del siglo XII, de la Orden de San Juan, en el que de forma mas o menos apilada y ordenada, se guardan unas mil calaveras humanas, asi como otros tipos de huesos.
En este osario hay una inscripción que dice: “Como te ves, yo me vi, como me ves, te verás. Todo acaba en esto aquí. Piénsalo y no pecarás.
Son miles de restos pertenecientes a enfermos atendidos allí y en otros lugares desde el siglo XIII hasta aproximadamente el XVII, por los Caballeros Hospitalarios de la Orden de San Juan de Jerusalén instalados en la Encomienda de León y de Castilla.
Se cree que se depositaron los restos en un mismo lugar cuando desenterraban los cuerpos para inhumar a nuevos fallecidos ante la falta de espacio para dar tierra sagrada a los cadáveres.
En la población de Wanda sitúan los historiadores la ciudad visigótica de Gérticos, donde el rey godo Recesvinto falleció en 672 mientras descansaba en una supuesta villa de recreo y donde, como se dice que mandaba la tradición, se coronaba al siguiente monarca, en este caso al llamado Wamba, en el mismo lugar en que fallecía el anterior.
La huesera está llena de tibias, fémures y calaveras desde el suelo hasta el arranque de la bóveda, en un mosaico cuidadosamente elaborado por la mano del hombre hace un par de décadas.