En Tailandia existe un templo,l Pram-Mani, al noreste de Bangkok, capital de Tailandia, que ofrece a sus visitantes una ceremonia bastante
inusual: la gente que acude a este lugar puede participar en una recreación de
su propio funeral a fin de ahuyentar la mala suerte.
Los participantes de esta curiosa ceremonia se colocan de pie delante de su
ataúdes con flores en las manos y rezan para ahuyentar el mal fario y atraer la
buena suerte. Luego se colocan en los ataúdes y permanecen en su interior
mientras los monjes prosiguen con sus oraciones. El proceso culmina cuando los
participantes se levantan de sus ataúdes y son bendecidos con agua consagrada.
Según los monjes durante este trance la persona cambia para mejor.
El ritual es bastante barato y cuesta alrededor de 6 dólares, preco en el que
van incluidas flores, sábana, cepillo y otros artículos que los monjes usan
durante la puesta en escena y que se quedan después de la ceremonia.