En estos últimos días han aparecido noticias acerca de urnas funerarias encontradas en nuestras costas.
Son muchas las familia, que cumpliendo la voluntad de los finados, lanzan sus cenizas al mar, pero también son muchas las ocasiones en las que también se lanzan al mar las urnas en la que están depositadas las cenizas.
Si alguien quiere que su ser querido repose en el mar para siempre, ha de utilizar una urna biodegradable, informar a la autoridad marítima de que se va a depositar en el mar este objeto con los restos del muerto y hacerlo, a más de tres millas náuticas de la costa, algo más de 5 kilómetros.
El pasado 7 de agosto se llevó a cabo una colaboración entre el Club de Buceo Mediterráneo y otras asociaciones locales con el Ayuntamiento de Valencia, para limpiar el fondo marino, en la que participaron trescientos setenta buceadores, y encotraron decenas de urnas funerarias, a menos de mil metros de la costa.
El pasado fin de semana, en la playa de Castro-Catía, una de las más concurridas del municipio de Ribeira, a escasos metros de la arena apareció flotando una urna funeraria, utilizada supuestamente para guardar las cenizas de un fallecido.
Alertados por los bañistas, fueron los socorristas los que recogieron la caja del agua y la trasladaron a su puesto, donde comprobaron que la urna se encontraba perfectamente sellada y que carecía de inscripción alguna que pudiera aportar alguna pista sobre su procedencia.Como era la primera vez que sumaban a su lista de rescates una urna, decidieron ponerse en contacto con el 112 para recibir instrucciones sobre cómo actuar. El juzgado deberá decidir ahora cuáles son los siguientes pasos a dar.
Debemos de ser conscientes que quien quiere reposar en el mar lo hace por amor a él, por tanto si queremos cumplir sus deseos, hagámoslo bien, sin convertirlo en un motivo más de contaminación.