Una mujer despertó después de ser declarada muerta. Con 41 años, había sido declarada muerta por los médicos del hospital St. Joseph de Nueva York después de diagnosticarle un daño cerebral irreparable. Los familiares de la mujer dieron la orden de desconectarla y decidieron donar sus órganos. Cuando los médicos estaban en quirófano para extirparle los órganos,como había ordenado su familia, la mujer abrió los ojos y salvó su vida, dejando atónitos a los médicos del hospital.
Los hechos tuvieron lugar en 2009 y ahora ha salido a la luz un informe que sostiene que no se realizaron las pruebas pertinentes a la paciente.
Colleen Burns, que así se llamaba la mujer, salvó su vida pero 16 meses después se suicidó por una grave depresión y ahora sí, está muerta. En su día nadie presentó quejas contra el hospital pero ahora el caso ha sido revisado y la Secretaría de Salud ha multado al centro con 17.200 euros.