Desde que Grecia soporta su peor depresión desde la Segunda Guerra Mundial, miles de negocios han cerrado, una de cada cuatro personas no tiene trabajo y la financiación gubernamental para cualquier asunto desde sanidad a deportes es difícil de conseguir.
En la ciudad norteña de Trikala, el club de fúlbol Palaiopyrgos, en el que muchos de sus futbolistas continúan estudiando, ha firmado un acuerdo con una casa funeraria, que le ayudará con su patrocinio en la lucha por la supervivencia del club..
“Para nosotros fue una cuestión de supervivencia”, dijo su director Lefteris Vassiliou a la radio griega, diciendo que el equipo no había podido asegurarse ningún patrocinio desde que la crisis de deuda europea estallara en Grecia hace tres años.
A pesar del macabro atuendo, camisetas negras con el logotipo de la funeraria y una gran cruz blanca en el medio, Vassiliou dijo que los jugadores se lo habían tomado bien y que incluso les había dado una ventaja sobre sus rivales.