En Londres y con el título “La muerte, un autorretrato” se expone la más completa colección privada de objetos y obras de arte relacionadas con el tránsito entre la vida y el más allá.
Hay desde calaveras de los Incas hasta un candelabro contemporáneo construido con tres mil huesos de cadáveres de gatos, pasando por grabados de Goya, vasijas aztecas para enterrar difuntos, estudios anatómicos del siglo XVIII, postales metamórficas….
Esta completa muestra fue inagurada el 15 de noviembre, en la Wellcome Collection.
La exposición muestra 300 objetos de la colección particular de Richard Harris, un anticuario de Chigago especializado en grabados.Durante casi toda su vida, Harris se ha dedicado a componer un conjunto “extraordinariamente diverso” de obras y objetos vinculados a la muerte. El coleccionista declara que siempre pensó en mostrar al público sus hallazgos y no limitarse al goce privado de la contemplación.
“Sentirnos íntimamente cerca del más allá”
Mediante la exhibición de esta vasta serie de objetos, obras de arte, artefactos históricos e ilustraciones anatómicas, la exposición intenta exponer la omnipresencia de la muerte como tema central de todas las culturas. Hay piezas relacionadas con la conmemoración, los rituales, el entierro y el duelo: desde vasijas que los aztecas utilizaban para sepultar a sus muertos, hasta fotografías de personas posando con objetos macabros. Todos los elementos, expresan el deseo del ser humano de “conectar con nuestros antepasados para santificar el cuerpo, para sentirnos íntimamente cerca de los que han realizado el tránsito hacia el más allá”, dicen los organizadores, que consideran la muestra como su gran oferta de la temporada de invierno.