El director de un tanatorio de Taipei acaba de explicar su, cuando al menos curiosa, forma de ayudar en la lucha contra el cambio climático, que no es otra que aprovechar el calor de las cremaciones para el funcionamiento del aire acondicionado y para tostar café. Esta es la manera en la que el tanatorio colabora a proteger el medio ambiente… y a ahorrar energía.
El director del tanatorio ha explicado que la energía obtenida de las incineraciones de los cuerpos se utiliza para hacer funcionar el aire acondicionado, y para tostar el café que se sirve en el lugar donde los familiares están velando a sus seres queridos.
Con esta medida los responsables del tanatorio han calculado que ahorran mensualmente unos 450 dolares mensuales al centro, lo que en dolares taiwaneses se traduce en unos 15.000 dolares del país.
El centro realiza unas 50 cremaciones al día, y cada una de ellas tarda alrededor de 90 minutos, durante los cuales sus familiares permanecen en la cafetería para hablar y consolarse entre sí, mientras esperan las cenizas del difunto.