Algotocín, un municipio español de la provincia de Málaga y una de la poblaciones que conforman la comarca de la Serranía de Ronda, y que en el año 2012 contaba con 887 habitantes, se enfrenta a un problema que de no encontrar una rápida solución, tendrían que resolver las autoridades sanitarias.
En el viejo cementerio del pueblo solo quedan cuatro nichos vacíos, y aunque cuentan con un nuevo camposanto, este no tiene los permisos en regla para ser utilizado. El nuevo cementerio está terminado desde el año 2006, pero en este momento no cuenta con la autorización de la delegación de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, que no deja usar una vía pecuaria desde la que se llega a éste, para su adecentamiento y servicio de acceso al camposanto. La edificación cuenta con un tanatorio y un cementerio anexo con 200 bóvedas construidas.
El camino al nuevo edificio es el principal escollo, si bien el ente supramunicipal también ha asegurado su financiación, cuando cuenten con luz verde de la Junta. «Ese camino se ha usado de toda la vida por los algatocileños y por supuesto para las obras, así que no entiendo ahora el porqué de esta negativa», defiende su regidor.
El nuevo cementerio ha costado alrededor de un millón de euros procedentes de los distintos planes provinciales que ha ido recibiendo el Consistorio de la Diputación. Como solución, el gobierno municipal ha tenido que construir nichos de urgencia en el actual cementerio antes de que se agoten los existentes y las instalaciones no cuentan con terrenos para acoger una ampliación.