Durante la Guerra Civil, la capital de España fue uno de los frentes más disputados de toda la contienda, tanto que las batallas se libraron casi hasta el último día. Por eso es muy común encontrar proyectiles enterrados, como ocurrió ayer en la Universidad Francisco de Vitoria. Una persona que paseaba por un encinar que forma parte del campus de Pozuelo de Alarcón encontró un proyectil de obús de 40 centímetros de largo y 10 de diámetro muy cerca del parking del centro universitario.
Los expertos en explosivos comprobaron que el proyectil de obús carecía de carga, por lo que no era peligroso, y procedieron a retirarlo, Sin embargo, es poco común encontrar un proyectil de la Guerra Civil sin carga explosiva, puesto que la mayor parte tienen que ser detonados para evitar el peligro que suponen.
Según datos de la Guardia Civil, cada año se encuentran varias decenas de restos militares de la Guerra Civil, especialmente en lugares como Quijorna, el Jarama o Brunete, protagonistas de cruentas batallas. En lugares como el parque lineal del Manzanares, el parque del Oeste, Ciudad Universitaria o la Dehesa de la Villa, donde se pueden localizar fácilmente búnkeres y viejos nidos de ametralladoras, también es común hallar cartuchos, bombas, balas o restos de metralla.