El macabro hallazgo se hizo público la semana pasada en el instituto forense del distrito de Westminster. El cadáver era el de Robert James Moore, un conocido demente obsesionado con la Reina de Inglaterra, y fue descubieto el pasado 15 de marzo, mientras se revisaban los árboles de una islita dentro del londinense parque de St. James, situada a menos de cien metros de Buckingham Palace, residencia de la Reina Isabel II.
Los forenses estimaron que el cadáver llevaba unos tres años en ese lugar, un punto del parque no accesible al público y al que solo se llega nadando o en barca.
Robert James Moore había enviado durante al menos 15 años todo tipo de paquetes y cartas a la soberana. Nacido en Estado Unidos, se había trasladado al Reino Unido en 2007, y dedició instalarse al aire libre, con vistas directas sobre el palacio real.