Los expertos en materia de competencia y las asociaciones de
consumidores
coinciden en señalar que uno de los principales problemas en la compra
de
servicios funerarios es el relativo a la información. A ello hay que
añadir las circunstancias anímicas a la hora de hacer uso de estos
servicios, que hace que muchas personas renuncien a informarse acerca de
las particularidades del servicio.
De los servicios funerarios,
el féretro supone el treinta y cinco por ciento de los gastos del
sepelio, y el uso del tanatorio, el diecisiete por ciento.
Los
trámites burocráticos que hay que realizar tras un fallecimiento,
Certificado médico de defunción e incripción del fallecido en el
Registro Civil, tienen un coste aproximado de cien euros.