Los más de 200.000 cristianos que viven en Nueva Delhi tienen cada vez más complicado encontrar un lugar para recibir sepultura, ya que muchos se resisten a la incineración y los cementerios de la ciudad están casi llenos.
Nueva Delhi cuenta con seis cementerios cristianos que dejaron los británicos cuando la India se independizó en 1947 y que pasaron inicialmente a depender del Gobierno indio hasta que trasfirió su gestión a un comité.También hay pequeños camposantos que pertenecen a la Iglesia católica pero su gestión es privada.
En espera de que se habilite el nuevo lugar de enterramiento cedido por el Gobierno, los cementerios de Nueva Delhi representan un remanso de paz en una de las mayores urbes del mundo, ajenos al tráfico ruidoso y al trajín de gente que caracteriza la ciudad.
En Nueva Delhi hay unos 150.000 cristianos católicos, en una urbe de 20 millones de habitantes, y sus practicantes no son muy partidarios de la cremación, práctica que llevan a cabo la mayoría de hindúes.