En el cementerio de San Luis, en el municipio de La Laguna, ha comenzado la construcción de un jardín de cenizas de difuntos, que según las previsiones estará finalizado y se inagurará el próximo julio.
El jardín de las cenizas adapta la oferta del cementerio a la creciente demanda de las cremaciones, que sigue ganando terreno a las inhumaciones en los últimos años. Las cremaciones aumentan un 12% cada año en Tenerife. Uno de cada tres difuntos en el Archipiélago fue incinerado, una tendencia que no para de crecer.
Se trata de una iniciativa pionera en Canarias, pues no hay otra instalación igual en ningún cementerio de las Islas.
El cementerio de San Luis destinará a este nuevo servicio un área que
comprenderá unos 250 metros cuadrados en la vertiente oeste del recinto.
Estará compuesta por unos caminos de madera que discurrirán entre el
garbancillo, una especie de gravilla en la que se podrán verter las
cenizas. En el acceso al jardín de las cenizas se levantará un monolito indicando los límites de este recinto.
Las cenizas se podrán verter en cualquier punto dentro de los límites
del jardín de las cenizas, pero siempre en el garbancillo o gravilla. Con este servicio se pretende poner a disposición de los ciudadanos un ambiente de tranquilidad e intimidad donde poder hacerlo.
¿Para qué se utilizan los jardines de cenizas?
Aunque está prohibido esparcir las cenizas de un cuerpo en espacios protegidos y en el mar, hasta el momento no está regulado su destino. Una vez que se realiza la incineración, son los familiares del fallecido los que deciden dónde depositarlas, pero cada vez son más los cementerios que abren este tipo de espacios para dar respuesta a esta demanda de espacios al aire libre donde poder esparcir las cenizas o enterrarlas con urnas biodegradables.