Una estadounidense recibió en San Valentín un ramo de flores de su marido. El hecho no tendría nada de singular, de no ser porque el hombre falleció en junio.
Shelly Golay, una mujer de 52 años residente en Casper, Wyoming, reconoce haberse sorprendido al recibir el envío de una floristería dos días antes del día de San Valentín. Pero su asombro se transformó en una emoción cuando comprobó que eran un regalo de Jim, el hombre con quien había estado casada 28 años, hasta que en junio pasado él murió a causa de un tumor cerebral no operable.
“¡Feliz Día de San Valentín, cariño. Mantente fuerte! Hasta Siempre, amor. Jim”, se leía en una tarjeta que llevaba el ramo.
Al principio, Shelley creyó que el obsequio podía ser obra de sus hijos, pero supo la verdad cuando llamó a la floristería. Allí no sólo le dijeron que el envío había sido dispuesto por su marido, quien además había dejado pagadas flores de San Valentín de por vida.
Jim Golay tenía 53 años en febrero del año pasado, cuando recibió el terrible diagnóstico. Entonces contactó a una floristería de la ciudad para que se encargara del envío de flores a perpetuidad.