Los uruguayos se conmovieron esta mañana al conocer nuevos detalles acerca de las prácticas homicidas de dos enfermeros en las salas de cuidado intensivo del Hospital Maciel, uno de los mejores establecimientos públicos de Uruguay y del sanatorio de la Asociación Española de Socorros Mutuos.
Aunque en principio han sido acusados de cometer 11 asesinatos, uno de ellos, y de cometer cinco 5 homicidios calificados, el otro, se sospecha que entre ambos han podido matar a más de sesenta personas. Una tercera persona ha entrado en prisión preventiva, como supuesta cómplice de los acusado.
La identidad de los sospechosos permanece bajo secreto de sumario y los enfermeros han confesado que asesinaban a los pacientes inyectando aire o dosis letales de morfina en sus venas. Las macabras prácticas que realizaban se remontan al 2010 y las primeras denuncias llegaron a la Policía hace dos meses. Ambos alegaron que sólo mataban a los enfermos terminales y que lo hacía por “razones humanitarias”. Pero se ha confirmado que no todas las víctimas eran enfermos terminales.
El enfermero de 39 años que trabajaba en el Hospital Maciel y ocasionalmente en Asociación Española, era reconocido como “un tipo común y corriente” sin ninguna actitud que llamase la atención. El otro procesado, de 46 años, era considerado como un empleado eficiente y responsable. Pero más bien una persona solitaria que no alternaba con sus compañeros de trabajo.
Hay un detalle que ha sorprendido a los investigadores: Los homicidas apenas se conocían,y sin embargos empleaban el mismo método con sus víctimas.