Se trata de una sepultura, de la Dinastía XI, que ha sido encontrada en la necrópolis de Dra Abu el Naga. Ha sido descubierta por un grupo de investigadores de CSIC, cuando tras excavar un pozo funerario en el patio de la sepultura de Djehuty que daba acceso a dos cámaras sepulcrales, los investigadores encontraron, de forma inesperada, un agujero en la pared que conducía a una gran tumba.
La tumba, que había sido saqueada, se supone que pertenecía a un personaje de la realeza o a un alto funcionario. El acceso a la misma tenía en el suelo más de un centenar de momias, pertenecientes a la clase media, y se fechan, gracias a las cerámicas encontradas, en la dinastia XVII.
La tumba es más antigua, de la dinastía XVI. El pasillo que conduce la tumba está muy bien tallado, tiene dos metros de alto y dos de ancho. Discurre a lo largo de más de 20 metros y gira en un ángulo de 50 grados para descender en rampa durante 20 metros más, hasta llegar a una cámara sepulcral cuadrangular. Para poder proseguir la excavación, los investigadores tendrá antes que localizar la puerta de entrada a la tumba.