La Habana es una ciudad de 500 años de edad llena de encantos y curiosidades. Su cementerio principal está repleto de historias inauditas en relación con la muerte. Sus calles y avenidas tienen nombres como en una ciudad. Tiene categoría de Necrópolis que significa “ciudad de los muertos“. Hoy en día es el segundo más importante de su tipo en el mundo. Algunos la llaman la Necrópolis América a las 57 hectáreas que lo componen.
La Necrópolis de Colón tiene miles de esculturas de mármol blanco, donde prevalece por el uso generalizado los de Carrara. Desde Italia hacían los habaneros traer el mármol para sus tumbas. Este fue el mismo que utilizó Miguel Ángel para hacer el David.
Sus monumentos funerarios, la arquitectura, sus esculturas son majestuosos, numerosos y de altísimo valor artístico por eso, es sitio preferido por turistas de todo el mundo.
Una ciudad de mármol para sus muertos
Este museo al aire libre tiene en su entrada principal una aportada bizantina, que asemeja un arco de triunfo, simboliza la victoria del paso de la muerte a la vida eterna. Corona con un conjunto escultórico de tres piezas de mármol, de 24 metros de altura por 53 de largo. Estas representan las virtudes teologales: la fe, la esperanza y la caridad.
En el mismo centro de la Necrópolis esta la única iglesia octogonal del país. Tiene ocho lados idénticos, las cuatro puertas inmensas de dos hojas abren paso hacia las cuatro avenidas principales. El sentido es que todos los caminos salen y vienen hacia el templo donde está Jesucristo.
El conjunto de obras monumentales van desde una copia idéntica de la Pietá de Miguel Ángel hasta un monumento en mármol del siglo XIX dedicado a bomberos voluntarios muertos en un incendio. Este conjunto escultórico de 10 metros de altura esta coronado por un Ángel del cual pende en sus brazos un bombero muerto que es llevado por el ser alado hacia la eternidad. Este Ángel descansa en un pedestal de varios metros de altura, desde donde aparecen escudos y armas de los bomberos, y cuatro colosales esculturas.
Hay pirámides egipcias, templos románicos y griegos, castillos medievales, devociones milagrosas con cientos de peregrinos y decenas de curiosidades más.