El temor a no poder desembolsar los 3.000 euros de media que puede suponer hacer frente a los costes que conlleva un fallecimiento lleva a contratar pólizas de seguros que corran con todos los gastos a cambio de pagar una cuantía mensual desde que se contrata hasta que se fallece y que se encarece una media de 30 euros al año. Los usuarios suelen contratarlo incluyendo a todos los miembros de la familia.
La crisis y la subida del IVA en el sector funerario han pasado factura a la economía de las familias, que también deciden ahorrar al máximo en la contratación de los servicios que conlleva un fallecimiento. Prescindir de complementos en los que antes no se escatimaba en gastos y optar por opciones más económicas ha provocado una reducción de un 30% en el presupuesto que las familias dedican para velar y enterrar a sus allegados.
Si hace unos años el coste medio de un enterramiento no solía bajar de los 3.000 euros o incluso superar esa cifra, ahora cada vez son más los que se decantan por el servicio básico y no están dispuestos a pagar más de 2.000 euros contratando un servicio básico que cubriría el ataúd, las diligencias, el coche fúnebre, la sábana, el sudario, el traslado al complejo, un funeral, una exploración médica, la incineración, un centro de flores artificiales y el pago de las tasas municipales. Fuentes del sector explican que los clientes intentan reducir los gastos “al mínimo” en todos los productos. Lo más habitual es reducir el número de coronas y flores o la contratación de autocares y esquelas. También en el caso de los ataúdes ha crecido mucho la demanda de los de gamas medias, al mismo tiempo que bajan las adquisiciones de los que tienen precios más elevados.
Desde el sector funerario atribuyen este estancamiento a la dificultad de las familias a abonar una cantidad mensual de por vida en este contexto económico adverso.
Los responsables funerarios advierten a los potenciales clientes de aseguradoras que ofrezcan pólizas de decesos que estén atentos a la “picaresca” en este sector y les informa de que tienen libertad para elegir su funeraria a pesar de que las entidades que venden seguros “intenten convencerles de contratar los servicios funerarios con las empresas que ellos tienen convenios”.