Los restos de Ned Kelly reposarán en un pequeño cementerio cerca de la localidad de Glenrowan, lugar de su ejecución, donde descansa su madre Ellen, varios de sus hermanos y otros familiares, después de que así lo dediciera el Fiscal General del estado de Victoria.
Considerado por algunos como un asesino a sangre fría, Ned Kelly también fue visto como un héroe popular y símbolo del desafío irlandés-australiano a las autoridades británicas en su lucha contra los policías corruptos y los barones codiciosos de la tierra.
En 1880 Kelly fue condenado a la horca por varios delitos, como el asesinato de tres policías o múltiples robo y asaltos, pero su cuerpo desapareció después de que fue arrojado a una fosa común.
El pasado mes de septiembre se confirmó que los huesos, a excepción de la calavera, hallados en 2008 en una fosa común en la penitenciaría de Pentridge, en la ciudad de Melbourne, correspondía a Ned Kelly.