Las peticiones más rebuscadas y extrañas para sus propios funerales:
Arch West,el creador de Doritos, dejó en su testamento una petición para el momento de su entierro.
Pidió que en su tumba pusieran un envase de oro que contuviera su adorada creación, Doritos. Además, los asistentes a su funeral esparcieron de estas tortitlas de maíz antes de ser enterrado.
Mark Gruenwald fue un reconocido escritor y editor de las famosas historietas de Marvel, y su petición para cuando muriera fue algo curiosa.
Gruenwald pidió ser cremado y que sus cenizas fueran mezcladas con tinta, pero no cualquier tinta, tenía que ser la misma que usó para imprimir la primera copia de “El Escuadrón Supremo”. Luego, esta edición fue nuevamente impresa
Frank Sinatra fue enterrado con ciertos objetos icónicos de su personalidad: una botella de whisky, una caja de cigarrillos y un encendedor “Zippo”.
También se dice que pidió que le pusieran una moneda de diez centavos, “para llamadas de emergencia”. Además, pidió a sus admiradores que no le llevaran flores, que mejor donaran ese dinero al Centro Infantil dirigido por su esposa.
En Puerto Rico, un hombre llamado Ángel Pantoja, se hizo famoso por su extraño deseo . Este joven de 24 años pidió estar presente durante su funeral, pero no en el ataúd. Así es, él quería estar de pie junto a su féretro y además pidió que lo vistieran con su camiseta favorita, una gorra, jeans y anteojos, nada de elegante. Así su familia cumplió su último deseo y fue embalsamado con una técnica especial que lo permitió.
Sandra West, fue un personaje importante de la alta sociedad en California, Estados Unidos. Antes de morir a la edad de 37 años, pidió a su familia que quería ser enterrada con su pijama de seda y en su Ferrari con el asiento reclinado de forma cómoda para su descanso.