En estos últimos días dos noticias que tienen como protagonistas a los cementerios han saltado a la actualidad. ¿Gamberrismo, interes económico?
Robo masivo de crucifijos en el cementerio de Torrelodones
En una furgoneta sospechosa, aparcada en una urbanización próxima al cementerio de Torrelodones, la policía encontró en su interior casi un centenar de crucifijos de bronce, los agentes lograron frustrar la el robo pero no lograron detener a los ladrones.
El Consistorio ha destacado que este hecho no corresponde a un acto de gamberrismo únicamente, sino trata de un intento de robo con finalidad económica pues habitualmente los crucifijos, de bronce o cobre, son sustraídos para venderlos de forma ilegal en chatarreras donde son fundidos.
Suceso tétrico en el cementerio de Santander
Una tumba del cementerio municipal de Ciriego ha sido profanada por desconocidos que, en plena noche, sacaron la tapa del nicho y llegaron, incluso, a abrir el ataúd. El cadáver quedó al descubierto, aunque no fue extraído del féretro.
El tétrico suceso ha sido considerado una «gamberrada», y así consta en el primer informe remitido al juzgado, en el que se destaca que el hecho fue realizado «por más de un individuo», suponiendo que una sola persona no tendría la valentía suficiente para llevar a término el macabro plan.
Aunque todas las hipótesis están abiertas, por la zona comentan que no es infrecuente ver a jóvenes merodeando por los alrededores de Ciriego durante las noches de los fines de semana, donde se reúnen grupos para hacer ‘botellón’.