A Pobra do Caramiñal es una localidad situada en plena ría de Arousa. El tercer domingo de septiembre tiene lugar la impresionante procesión de las mortajas.
La leyenda
Esta procesión tiene su origen en el siglo XV, siendo regidor de la Puebla del Deán, Don Juan Liñares. En estos tiempos fueron detenidos, cuatro bandidos que actuaban en el camino de Santiago, despojando a los peregrinos de cuanto poseyesen. Fueron juzgados y condenado a muerte. Poco después D. Juan Liñares, enfermó de gravedad, encomendándose al Nazareno. Su familia que ya no esperaba otra cosa que el fatal desenlace, encargó el ataúd en el que descansaría el cuerpo de D. Juan. Sin embargo este se recuperó de una forma casi milagrosa y decidió que la imagen saliese en procesión por las calles de la villa con él como penitente, siendo los cuatro bandidos condenados por el regidor, los portadores del féretro, que salía en la procesión. Al concluir la procesión, los cuatro bandidos fueron indultados
Desde entonces tiene lugar en a Pobra la procesión de las Mortajas, en la que los oferentes, caminan detrás del ataúd, agradeciendo al Nazareno su divina intercesión.
La tradición es que todas aquellas personas que hayan estado próximas a la muerte y se ofrecieran a Jesús de Nazareno, una vez hayan conseguido salir adelante, como agradecimiento el día de la procesión caminaran detrás de un ataúd, que es portado por familiares y amigos, llevando un hábito morado y portando una vela.
También hay gente que se ofrece a él sin llegar a ser un caso extremo y suelen portar velas, llevar el hábito o ir descalzos durante el recorrido de la procesión.