Cada vez hay más personas que demuestran el cariño hacia sus mascotas, y que incluso siguen cuidando de ellas después de su muerte.
Ejemplo claro de esta pasión es la actriz Lauren Bacall, que fallecía a la edad de 89 años después de haber sufrido un derrame cerebral el pasado 12 de agosto. La viuda de Humphrey Bogart, además de repartir su herencia, tal y como lo estipulaba su testamento -que realizó el pasado mes de septiembre-, también incluyó a su perra Sophie en el reparto, dejándole 10.000 dólares.
Sophie en una perra de raza Papillón, por lo que ese dinero será destinado seguramente al cuidado de la misma. Además, Lauren Bacall estipulaba en este mismo testamento que era su hijo Sam Robards quién debería hacerse cargo de ella.