En Madrid, una reconstrucción de las tres cámaras funerarias del faraón Tutankhamón, tal como fueron encontradas en 1922, podrá verse, a partir del 21 de mayo. La exposición denominada “Tutankhamón: la tumba y sus tesoros”, se está montando en el pabellón 12 de la Casa de Campo, en España, y es una muestra que cambia el concepto de exhibición de piezas únicas al replicar no solo éstas, sino también el entorno en el que fueron halladas. Entre las réplicas más llamativas figuran el sarcófago de oro (cuyo original se encuentra en el Museo Británico de Londres), la máscara funeraria (la imagen más popular de Tutankhamon), el trono del faraón o el carro que usaba para desplazarse, hecho totalmente de oro (que está en el museo de El Cairo, junto a la mayoría de las 6.000 piezas del tesoro).
Pero la leyenda de Tutankamón llega también a Nueva York. Desde el día 12 de mayo de 2010, y hasta el 2 de enero de 2011, el Centro de Exposiciones Discovery presenta 130 objetos del mítico faraón en la muestra más grande que ha viajado por el mundo.
Los misterios del legendario rey Tutankamón quedarán a la vista del público, con la exposición de objetos de la tumba del faraón egipcio. Con el título de “Tutankamón y la edad dorada de los faraones”, National Geographic ha reunido 130 objetos del Antiguo Egipto con los que espera resolver las dudas sobre uno de los faraones que más interés ha despertado jamás, aunque no ha podido incluir la preciada y milenaria máscara dorada del faraón que ya que no puede salir de Egipto al estar considerada un tesoro nacional. Cuenta, sin embargo, con una nueva réplica jamás expuesta de la momia de Tutankamón, que murió en 1324 A.C. y cuyo sarcófago fue descubierto en 1922 por el británico Howard Carter, y que contiene detalles de los últimos descubrimientos científicos que han dictaminado que Tutankamón murió a los 19 años, por efecto de la malaria y de una enfermedad ósea.
El resto de objetos que National Geographic presenta en Nueva York, y que no formaban parte del lugar de último reposo del rey egipcio, provienen de las tumbas de sus antepasados y de otras figuras relevantes de su tiempo, por lo que muestran muchas facetas de Tutankamon pero también del Antiguo Egipto en general.
La llegada de la exposición a Nueva York se produce no exenta de polémica, pero es una oprtunidad única de ver lejos de Egipto objetos de unos 3.500 años de antigüedad, como la diadema real en oro que rodeaba la cabeza de la momia de Tutankamón o las vasijas que contenían parte de sus órganos momificados, piezas con las que los organizadores esperan despertar de nuevo la “tutankamonmanía”