Con una lealtad que parece ha ido más allá de la muerte, las mascotas, un perro y un gato, de un vecino de Meicende, en Arteixo , han velado su cadáver durante unos días, hasta que la Policía Local acudió a la vivienda.
Al acceder a la misma, el perro, que se llamaba Wily, protegió el cuerpo de su dueño con ladridos y mostrando sus dientes, intentando protegerle de quien para él eran unos intrusos en su pequeña familia.
En este momento los animales están en proceso de adopción, ante la imposibilidad de hacerse cargo de ambos animales los familiares del difunto , en el Centro de Recogida de Animales Abandonados del Consorcio de As Mariñas.
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