Los hábitos alimenticios influyen de forma directa en el desarrollo del trastorno, especialmente entre aquellos pacientes consumidores de bollería industrial o comida basura.
El estudio señala, además que fumar o trabajar más de 45 horas a la semana son otros factores especialmente vinculados con la depresión, uno de los trastornos más extendidos en sociedades especialmente desarrolladas económicamente.
Estado anímico y alimentación
La influencia de la alimentación en el estado anímico es determinante, llegando incluso a potenciar el desarrollo de una fuerte depresión. Un reciente estudio elaborado por científicos españoles vinculó a la comida basura este nuevo afecto adverso.
Concretamente, los consumidores de comida rápida o de bollería industrial presentan un riesgo de padecer depresión un 51% mayor respecto a aquellos pacientes que llevan una dieta equilibrada.
El consumo de bollería industrial o de comida basura está relacionado con pacientes solteros que llevan un régimen dietético más voluble, frente a aquellas personas que incluyen más frutas, verduras, pescado o aceite de oliva en sus dietas.
El estudio, desarrollado por la Universidad de Navarra y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria se realizó entre nueve mil personas, a las que se les realizó un seguimiento durante varios meses. A lo largo del proceso, 493 pacientes fueron diagnosticados de depresión y se les recetaron antidepresivos.