Desde hace más de dos décadas, una familia catalana, fiel seguidora del Barcelona, dedica cada 14 de febrero una esquela a su difunto, para mantenerle al corriente de la actualidad del club de sus amores.
Fue en el cuarto aniversario de su muerte cuando, por primera vez, sus allegados decidieron que la esquela,que en los dos años anteriores le habían dedicado en el diario “La Vanguardia”, incluyera una frase relativa al devenir del equipo y finalizando la misma con la frase: “Este año también. Os queremos y no os olvidamos”.
La capacidad de síntesis, la fina ironía y el humor en los textos dan pistas sobre el sentir de una parte del barcelonismo, que han hecho que estas piezas sean seguidas anualmente, y desde hace 20 años, por todo culé que se precie, además de gran número de curiosos.
Desde el año 2005, los mensajes van dedicados también al hijo de Pere Serra i Casanovas, fallecido ese año.
Pero este no es el único caso de esquelas un tanto peculiares. En los últimos tiempo se ha utilizado esta técnica también para tratar temas de actualidad, como la educación, la sanidad, o para alertar sobre el número de empresas que desaparecen en tiempos de crisis.