Que el poder de la mente es importante nadie lo duda. Todo está en la mente, nuestra actitud ante determinadas situaciones nos ayuda a afrontarlas.
La autoestima tiene a veces las propiedades y virtudes de una medicina, es la auténtica medicina contra el envejecimiento. Una autoestima alta puede servir como protector contra enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer. O en sentido contrario, “la baja autoestima supone un caldo de cultivo adecuado para que se potencie el envejecimiento patológico”. Se trata pues de reforzar la autoestima y potenciar su uso como “medicamento”.
La ecuación de autoestima, felicidad y salud se dirige especialmente a las personas mayores, ya que éstas se ven frecuentemente afectadas por depresiones o situaciones de baja autoestima, provocadas por la soledad, el aislamiento o los estereotipos asociados a la edad.
La crisis afecta de un modo distinto, más silencioso, a los mayores, según el catedrático de la Universidad de Oviedo, José Antonio Flórez, la sintomatología depresiva ha aumentado en torno al 3% en España a raíz de la crisis.