Los trabajos de restauración en el Centro Histórico de esta ciudad han generado una serie de hallazgos, como una urna funeraria con restos óseos, el primero en su tipo en esta ciudad.
Los restos se localizaron en dos excavaciones, a más de 2.80 metros de profundidad. Dicho rescate arqueológico se ha denominado ‘Operación dos’. El primero de los descubrimientos contenía una vasija con restos óseos, y a su lado, otra osamenta; en el segundo, se encontraron fragmentos de un recipiente.
Arqueólogos que laboran en el lugar dieron a conocer que el depósito de restos en el interior de una vasija deriva de una costumbre funeraria maya-prehispánica.
En este hallazgo, los elementos prehispánicos mayas son muy claros, ya que al morir una persona se enterraba a nivel del suelo para su posterior recuperación, de la que se recolectaban los huesos para depositarlos en una vasija que en ocasiones se dejaba en la casa de los familiares.
En otras ocasiones, los cuerpos eran incinerados y los huesos que quedaban se depositaban en un recipiente junto con la ceniza, siendo éste el caso que aparenta el elemento funerario prehispánico-maya encontrado en el Parque Hidalgo.