El Funeral de Jazz, es una tradición propia de Luisiana, en Nueva Orleans (Estados Unidos). Tal y como su nombre indica, consiste en una celebración funeraria, en la que una banda de música de jazz acompaña hasta el cementerio en honor de la persona fallecida. La ceremonia combina elementos de las ceremonias fúnebres africanas, francesas y norteamericanas, en una procesión acompañada por una banda de música de jazz.
Todo empieza con una marcha hacia el cementerio con la familia y amigos del fallecido junto con una banda de jazz, que parten juntos desde el tanatorio o iglesia (antiguamente, también desde la casa del fallecido). Durante la marcha, la banda toca algunas piezas e himnos fúnebres, pero una vez depositado el cadáver en el sepulcro (o en el crematorio en caso de una cremación), el tono de la música cambia totalmente: se vuelve más animada y optimista, comenzando a menudo con espirituales alegres o canciones populares conocidas. En este espectáculo, la gente está invitada a participar y bailar para celebrar la vida de la persona fallecida.
Esta tradición popular se extendió entre los habitantes de Nueva Orleáns a principios del siglo XX. En la década de 1960, el Funeral de jazz se popularizó con la nueva generación de músicos de Nueva Orleans, familiarizados con las nuevas variantes del jazz.
Actualmente, a pesar de no ser tan común como entonces, siguen organizándose, especialmente en honor a los músicos americanos africanos, aunque en la actualidad hay una tendencia en celebrar estos funerales para los jóvenes que mueren trágicamente.