Con sus 2,57 metros de altura, el ucraniano Leonid Stadnik, considerado el hombre más alto del mundo, murió en la localidad de Podoliantsi, en la región de Zhytomy, a causa de una hemorragia cerebral.
El crecimiento excesivo de Stadnik, a quien el libro récord de los Guinness nunca pudo registrar debido a su tímida personalidad, se produjo después una cirugía que le practicaron cuando tenía 12 años. La intervención fue realizada por un tumor en la hipófisis que hizo que la glándula secretara gran cantidad de hormonas de crecimiento.
El ucraniano era veterinario y vivía con su madre en el poblado donde falleció. Pesaba alrededor de 200 kilos y también tenía el segundo récord de tamaño de mano más grande que se haya registrado, con 31 cm de largo.