El duodécimo religioso tibetano, que se prendió fuego este año en protesta por la represión que ejerce el régimen chino contra esta etnia falleció esta semana en un hospital.
Tenzin Phuntsok, antiguo monje de 46 años, se quemó a lo bonzo el 1 de diciembre y falleció cinco días después. Se trata del séptimo fallecido y del primer inmolado dentro del propio Tíbet este año, ya que el resto de los suicidios se produjeron en prefecturas tibetanas en la región china de Sichuan, fronteriza con la región autónoma.
Los grupos tibetanos en el exilio aseguran que Phuntsok era un antiguo monje de la lamasería de Karma, y que se sentía muy frustrado por el asedio militar que sufre el monasterio desde que el pasado 26 de octubre explotara una bomba en un edificio gubernamental cercano.
Las autoridades de la región autónoma no han confirmado a la prensa ningún dato sobre la última inmolación, que no se puede confirmar debido a que el gobierno impide a los periodistas y observadores extranjeros el acceso al Tíbet desde 2008, cuando el violento conflicto étnico dejó decenas de civiles muertos.