El fallecimiento de un familiar o de un ser querido genera siempre un proceso traumático, que puede ser especialmente complicado en fechas señaladas, como las próximas fiestas navideñas, en que la todo lo que nos rodea, la decoración, la publicidad, las compras… nos invitan a una fiestas rodeados de la familia.
Sin embargo también nos invaden los recuerdos,el dolor, la tristeza, ante la falta de un ser querido, y esto hace que nos sintamos incapaces de afrontar la situación.
Según los especialistas, una forma de afrontarlo es tratar de hacer cosas distintas, que nos ayuden a no situarnos en escenarios que nos recuerden a la persona fallecida.
Otra opción, y es lo que se hace en la mayoria de los casos, es rodearse de la familia en las celebraciones, y atorgar un “espacio”, para la persona que nos falta. Los expertos recomiendan crear un espacio o un tiempo específico para rememorar, y hacer que todos participen, el momento del recuerdo nos ayudará a que el resto de la celebración pueda vivirse con menos dolor.Quizás un tiempo adecuado puede ser antes de empezar la comida, o antes de abrir los regalos.Un simple momento de pararse,recordar que nos hubiera gustado que nuestra persona querida estuviera con nosotros y celebrar y
honorar su vida y su muerte.