Según un estudio publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), para el año 2030 más de 67 millones de personas sufrirán algún tipo de demencia, y para el 2050, las personas afectadas por este problema llegarán a los 115 millones.
Causas del aumento en las enfermedades mentales
Según los científicos, las guerras, la pobreza y los desastres naturales influyen directamente sobre la salud mental de la población.
Por lo general, las demencias afectan a todos los países, pero los más afectados son los de bajos ingresos, ya que no hay políticas sanitarias que se dediquen al tema por falta de dinero.
Los trastornos mentales, derivados del consumo de algún tipo de psicofármaco, ocupan el 13% del total de los casos de demencia mundiales.
La depresión, la epilepsia, la esquizofrenia y el Alzheimer, son los grandes retos con los que se enfrentan los especialistas en salud mental, sobre todo de los países más pobres, ya que el 83% de estas naciones no tienen medicamentos para tratar el Parkinson y el 25% carece de medicinas para tratar a los enfermos epilépticos.
Países en vías de desarrollo los más vulnerables
Según la OMS muy pocos países tienen programas para enfrentar el aumento de casos de personas con estas patologías, ya que la mayoría de los diagnósticos se presentan en una etapa muy avanzada de la enfermedad.
El mismo estudio, se refiere a los cuidadores de las personas con estas patologías, que también son muy propensos a sufrir trastornos mentales como depresión y ansiedad, además de problemas económicos ya que son obligados a dejar sus empleos o reducir su horario laboral para dedicarse exclusivamente al cuidado del enfermo.
La OMS aconseja a los países en vías de desarrollo a intentar detectar en forma temprana la demencia y a instaurar programas para mejorar el diagnóstico precoz, para así proporcionar una mejor atención a los pacientes.