El Gobierno aprueba el proyecto de Ley de Muerte Digna, que ha sido remitido a Las Cortes para someterse al debate
parlamentario.
Este proyecto de Ley pretende asegurar la protección de la dignidad de los enfermos, con pleno respeto de su libre voluntad sobre los tratamientos que tengan que
recibir, y excluirá cualquier exigencia de responsabilidad de los profesionales sanitarios
por sus correspondientes actuaciones.
En la norma se recogen otros derechos como el de recibir cuidados paliativos,
incluida la sedación para no sufrir dolor, y a que se preserve la intimidad del
hospitalizado y la de su familia.