Después de anunciar el fin del mundo para el pasado 21 de mayo, Harold Camping, el predicador que se gastó millones de euros en su predicción, llenando numerosos vagones del metro neoyorquino y marquesinas de autobús con unos
mil carteles apocalípticos en los que comunica a la humanidad la llegada del día
del juicio final, ha anunciado la eliminación total del mundo en un solo día, el próximo 21 de octubre. Aunque su vaticinio no se cumplió, lejos de rectificar, aventura nuevas teorías.
Camping está convencido de que la divinidad se presentó ” de forma espiritual”
el pasado 21 de mayo, pero aún no ha querido acabar con todo el mundo. En su opinión, el cambio de fecha debe suponer un cambio espiritual de los
norteamericanos.