Tradicionalmente se ha considerado el arte como una forma de expresión del hombre, que logra desarrollar su creatividad y activar notablemente su sensibilidad, pero recientes investigaciones han demostrado que contemplar o practicar cualquier modalidad de arte, trae beneficios para la salud mental y física, ya que reduce los niveles de estrés, que a mediano plazo favorecen la aparición de cualquier enfermedad.
Os proponemos dos ejemplos, en los que se han comprobado sus beneficios: música y danza.
La música, beneficiosa para la salud
La música forma parte de nuestro entorno, y no hay que ser un experto en la interpretación de algún instrumento. El goce de elementos naturales tales como el sonido de los pájaros, el viento, el agua y otros muchos, están dispuestos sin costo alguno al oído de quién quiera disfrutarlo.
Los efectos de los sonidos naturales, así como los de instrumentos ordenadamente dispuestos,tiene como beneficio la mejora del estado del ánimo al producir sensaciones de bienestar.
Una forma más especializada de utilizar la música es la Musicoterapia, o disciplina que utiliza los elementos de la música (sonido, ritmo, melodía, etc) para mejorar el aprendizaje, la sicomotricidad, las relaciones interpersonales y la comunicación.
Y lo mejor de todo, es que en casa se puede realizar una terapia musical sin necesidad de invertir grandes cantidades de dinero, es sólo necesario contar con un equipo de sonido, audífonos y una grabación de música armoniosa, o también si lo prefiere sonidos de la naturaleza.
La danza, ideal para mover el cuerpo
Otra de las disciplinas benéficas para la salud, es la danza cuya práctica relaja la mente, mejora la concentración y en lo físico; fortalece los músculos, los huesos, la circulación y hasta permite adelgazar. También aporta beneficios psicológicos, que contrarrestan la timidez, la ansiedad y la depresión, y el ejercicio propiamente dicho aumenta las endorfinas, las llamadas “hormonas de la felicidad”