Los orígenes de la celebración del Día de Muertos se encuentran en las antiguas culturas indígenas, que durante 3 mil años hicieron rituales dedicados a sus ancestros, coincidiendo con estas fechas. Estos rituales simbolizaban la muerte y el renacimiento, que en la época prehispánica se representaba con los cráneos de los muertos.
Los días 1 y 2 de noviembre son dos festividades diferenciadas. El 1 es el día en que regresan las almas de los niños y el día 2 las almas de los adultos.
El Día de los Muertos se celebra en muchos países de América Latina y aunque en todos tiene el mismo significado, cada uno le da a un toque personal.
Guatemala: una fiesta con flores
En Guatemala se tiene la creencia de que las ánimas benditas salen de los cementerios, por ello se decoran altares caseros, con una veladora y una fotografía del difunto. Algo muy típico en Guatemala es la flor de muerto, de color amarillo, con la que se decoran las tumbas y las casas.
Perú
En las zonas rurales se preparan las casas, se dedican altares al difunto, con fotografías, velas y flores, que luego son llevadas al cementerio.
También se preparan comidas, que se dejan en ofrenda durante la noche. Al día siguiente, una vez rezada una oración, los reunidos pueden disfrutar del especial almuerzo.
Venezuela: Visita la cementerio
El Día de los Muertos, en Venezuela no hay ritos o fiestas importantes, es un tiempo para recordar a los que se han ido en la privacidad del hogar. También se aprovecha para limpiar y adornar las tumbas.
El Salvador
En El Salvador el Día de los Muertos se celebra el 2 de noviembre. Siguiendo sus tradiciones, recuerdan a los difuntos en este día, pero más que recordar, es un día en el que se celebra la vida de los que siguen aquí.
Nicaragua: Durmiendo con los muertos
El Día de los Muertos en Nicaragua se festeja en el cementerio y por la noche. Los nicaragüenses honran a sus difuntos pasando la noche con ellos, durmiendo al lado de las tumbas de sus familiares.
Ecuador
El Día de los Muerto en Ecuador es una fiesta en la que las familias se reúnen en una comida tradicional.
Algunas comunidades indígenas celebran un antiguo rito de encuentro con el difunto durante una comida sobre su tumba. Según la creencia, el muerto vuelve cada año, por eso sus allegados les preparan sus platos preferidos. En algunas regiones además, se les traen armas y objetos que le eran valiosos, o se le invita también a jugar al Juego del Piruruy (un juego de dados).
En Honduras, Costa Rica y Colombia la fiesta es sobre todo religiosa, se asiste a los cementerios para llevar ofrendas en símbolo de agradecimiento a los favores concedidos por los santos, en favor de sus seres queridos. También se acude a la Iglesia para rezar por los difuntos y pedir por la salud y felicidad de los vivos.