Una mujer sueca de 37 años ha sido acusada de “alterar la paz de los fallecidos”, por lo que se enfrenta a una pena de hasta dos años de prisión, después de que la policía descubriera que había estado manteniendo relaciones con restos humanos. La policía encontró en su casa más de cien huesos humanos, incluidos seis cráneos y una columna vertebral.
El Tribunal de Distrito de Gotemburgo y la fiscal del caso han acusado formalmente a la mujer que fue detenida el pasado mayo, cuando sus vecinos alertaron de un disparo desde una de las ventanas de la mujer. Al entrar en su apartamento, la policía encontró los restos humanos.
De hecho, además de los restos mortales, se encontraron en su apartamento varios soportes informáticos, en los que aparecían evidencias de que las partes de los esqueletos fueron utilizados en contextos sexuales. De hecho, había también fotografías de la mujer, además de fotografías de cementerios, lápidas y demás objetos y lugares relacionados con la muerte.
La mujer, una desempleada de 37 años de edad, también ha sido acusada de vender huesos humanos a una artista en Suecia del este el verano pasado, quien cuenta que ella compró unos huesos de varias personas a través de internet para fines históricos.
El juicio se llevará a cabo la próxima semana y la detenida se enfrenta a un máximo de dos años en prisión si es declarada culpable.