El hallazgo tuvo lugar en la zona arqueológica de Chiapa de Corzo, en el estado de Chiapas, unos 850 kilómetros al sureste de la Ciudad de México, donde habitaba la cultura zoque.
Arqueólogos mexicanos y estadounidenses descubrieron dentro de la pirámide una tumba prehispánica de un dignatario, que podría ser “la más antigua de su tipo en toda Mesoamérica”, informó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (Instituto Nacional de Antropología e Historia). El descubrimiento fue realizado por especialistas del INAH, de la Universidad Brigham Young de Utah, Estados Unidos, y del Centro de Estudios Mayas del Instituto de Investigaciones Filológicas, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). INAH, comenta que; “Los estudios preliminares de la excavación revelan que los entierros tienen una antigüedad aproximada de 2.700 años“. Dentro de la tumba había restos que correspondían a “un personaje masculino de alto rango, según lo señala el rico atavío con que fue colocado; así como a un niño de aproximadamente un año, y a un adulto joven”. El personaje principal fue colocado extendido boca arriba con la cabeza hacia el norte. “Su boca estaba tapada con una concha y sus dientes tienen incrustaciones de jade o concha”, se indicó. “Por la posición de los esqueletos, se intuye que el niño fue cuidadosamente enterrado, conservando articuladas sus extremidades, no así el joven de aproximadamente 20 años, quien posiblemente fue arrojado al interior de la tumba”, agregó el INAH.
El descubrimiento podrá afinar las temporalidades de desarrollo de culturas antiguas como la olmeca y la maya.
Localización de la pirámide funeraria más antigua de mesoamérica:
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