Se trata de uno de los hallazgos más importantes que hayan tenido lugar en el Reino Unido. El barco funerario descubierto por arqueólogos británicos en tierras altas de Escocia es básicamente una tumba, de 5 metros de longitud, en la que se encuentran los restos de un guerrero vikingo de alto rango, que fue sepultado junto a una espada, un hacha, una lanza y un escudo, además de los objetos que confirmaron su estirpe vikinga: un cuerno de bronce para beber, una piedra para a afilar noruega, y piezas de cerámica nórdica.
Según los investigadores de la Universidad de Manchester responsables del descubrimiento, este guerrero puede haber vivido hace más de mil años. Los objetos encontrados y el notable estado de conservación general convierten a este hallazgo en una de las tumbas nórdicas más importantes que se hayan encontrado en la zona, además de un relevante objeto de investigación para los estudiosos de aquellos míticos pueblos guerreros de Escandinavia.