Unos trabajos realizados en la Catedral de Valencia han sacado a la luz una lápida funeraria completa del siglo XIII y un pedestal con varios escudos del siglo XIV, que conservan su policromía
La lápida funeraria, con unas dimensiones de 52 centímetros de alto y 37 de ancho, corresponde a un ciudadano de Valencia Raimundo Escorna, que fue secretario del rey Pedro III de Aragón.
La lápida procede de la capilla de San Lucas, y tiene la la inscripción original que aparece en la lápida, fechada el 17 de febrero de 1291, se puede leer, tras el nombre del fallecido, el siguiente epitafio en latín : “Hombre que me miras, lo que tú eres yo fui, y lo que yo soy tu serás. Te pido que reces un Padre Nuestro por mi alma”.
La lápida ha sido encontrada durante unos trabajos de restauración que se estaban realizando en la Capilla de Santo Tomás de Villanueva.