Cuatro de cada diez europeos padecen enfermedades mentales, entre las que se encuentran depresión, ansiedad, insomnio o demencia. Si ha esto añadimos que sólo un tercio de los casos recibe la terapia o medicación necesaria, y lo tardío del diagnóstico, las enfermedades mentales pueden llegar a convertirse en el mayor desafío, para la sanidad del siglo XXI.
A estas conclusiones ha llegado un estudio elaborado por una Universidad de Dresde (Alemania), en 30 países, durante tres años, y sobre una población de 154 millones de personas.
De entre todas ellas, las que generan más discapacidad son la depresión, demencias como el Alzheimer y la demencia vascular, la dependencia
del alcohol y los accidentes cerebrovasculares.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) prevé que para el 2020 la depresión será
el segundo contribuyente a la carga mundial de enfermedades en todas las
edades.