Cada vez son más las personas que se apuntan a la moda del cigarrillo electrónico, con un aspecto muy similar al de los pitillos convencionales, pero parece que no es una laternativa segura, porque contienen nicotina, y tampoco sirve de ayuda para dejar el hábito del tabaco.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) también parece andar con la mosca detrás de la oreja, ya que hace dos años advirtió que todavía no hay ninguna evidencia que demuestre la seguridad o la eficacia de estos e-cigarrillos. De hecho, prohibió usar como reclamo que son una ayuda para dejar de fumar. Para ello tendrían que estar avalados científicamente y cumplir con la legislación que rige al resto de productos aprobados a tal efecto (chicles, parches, comprimidos de nicotina y medicamentos específicos).
Según una reciente investigación presentada en la Sociedad Respiratoria Europea, en Viena, el cigarrillo electrónico emite nicotina a través de vapor en lugar de humo. La nicotina sigue siendo derivada del tabaco, lo cual en el pasado fue motivo de debate en relación con la seguridad de los dispositivos.
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