El gobierno chino promoverá una reforma funeraria, en la que se construirán un mayor número de nichos no lucrativos, y mejorar la calidad de los servicios funerarios.
Estas propuestas han sido hechas públicas por el ministro correspondiente en vísperas de la festividad Qingming, que se celebrará el próximo día 4 de abril, y con el fin de mantener loa ánimos calmados en la celebración de esta festividad, o Día de Limpieza de Tumbas.
Esta reforma funeraria surge por la necesidad de que los negocios relacionados con los funerales se lleven a cabo de forma legal y justa, con el fin de que se cumplan las demandas de los ciudadanos sobre las tarifas y calidades de los funerales.
Con esta nueva ley se pretende promover una reforma funeraria más acorde a la voluntad del pueblo, con el fin de mejorar los equipos utilizados en los funerales, optimizar el ambiente de los servicios funerarios, enriquecer las actividades funerarias y regular los funerales.
Durante el festival Qingming, que tiene ya siglos de historia, los chinos acuden a los cementerios para rendir homenaje a sus difuntos limpiando sus sepulturas. La sociedad china es tradicional y muy supersticiosa cuando se trata de sus muertos, y la gente desconfía mucho de las casas mortuorias, acusadas de querer enriquecerse a costa de sus sentimientos y supersticiones.