Un cambio en las creencias tradicionales surcoreanas sobre el respeto a los antepasados y el fuerte aumento en el costo de las cremaciones han dado lugar a un negocio especializado que atiende a quienes consideran que rendir homenaje a una urna llena de cenizas es insuficiente, y por ello transforman las mismas en perlas.
Hasta hace una década, seis de cada 10 surcoreanos que morían eran enterrados, de acuerdo con sus tradiciones de respetar a los antepasados y visitar sus tumbas regularmente.
Pero poco a poco estas tradicionales costumbres se han ido transformando, en parte por la influencia occidental, pero también por las campañas del gobierno, que tratan de concienciar de las ventajas de la cremación, como medio para ahorrar espacio
Desde entonces ha habido un cambio debido, en parte, a la influencia occidental y a una campaña del gobierno para que los pobladores consideren la cremación como un medio de ahorrar espacio.Y los resultados han sido concluyentes: la tasa de cremación del año pasado fue tan elevada que solamente tres de cada 10 fueron enterrados.
Unas 500 personas han convertido las cenizas de sus seres queridos en cuentas de tipo budista en Bonhyang, como símbolo de respeto a las tradiociones de respeto a los antepasados.