Se trata de cementerios muy particulares porque tiene una arquitectura natural. Los cementerios indios tienen además de una belleza que se cubre con piedras que adornan de una manera espectacular los cerros en los que se encuentran las tumbas, una condiciones naturales muy espectaculares, acordes con los cerros en los que suelen situarse.
Los indios usaban las cuevas de los cerros como tumbas, en las que colocaban los cuerpos. Estas tumbas que se encuentran en un lugar llamado el “Cerro de la Cuchilla”, era especialmente en donde se colocaban los cuerpos de niños, ya que al entrar a en una de las grutas se encontraron huesos que corresponden a los de un niño.
En una sola cueva, acostumbraban meter varios cuerpos que acomodaban perfectamente bien alineados, que cubrían con enormes piedras que con el tiempo se fueron derrumbando y los enterraron cada vez más, además de que algunos de los pequeños cuerpos se quebrantaron por completo, mientras que otros permanecieron casi completos.
Los cuerpos de los niños indios, estaban vestidos con “tapa rabos”, como se les acostumbra llamar, conjuntamente se les colocaban los adornos que acostumbraban ponerse como pulseras y collares que estaban hechos con piedras como las que se encontraban en las afueras y en el interior de las tumbas.
Las paredes de las tumbas estaban cubiertas de mármol, el cual tiene un aspecto de cómo si fuera una pared de cera escurrida. Desde la entrada de las cuevas se observa la belleza de cada una de las grietas en las que se encuentran los cuerpos.