En un lugar del espacio donde no se esperaba, astrónomos de la Universidad de Antioquia hallaron algo inusual: un cementerio de cometas…
Se trata de un sitio donde residen al menos 85.000 cometas entre muertos y dormidos, según expertos en estos cuerpos. En esa región del espacio residen al menos 500.000 cuerpos, de un metro hasta 987 kilómetros de longitud, pero se estima que millones de ellos no han sido descubiertos aún.
Pero no solo encontraron ese cementerio, sino que descubrieron una nueva clase de objetos: los cometas Lázaro. Los astrónomos han detectado 11 de esas piedras que muestran actividad de nuevo, de ahí el nombre bíblico escogido: Lázaro.
Estos cometas pueden revivir pero necesitan un incremento de la energía recibida del Sol. Al calentarse por estar más cerca del Sol, el cometa dormido comienza a sublimar agua, rejuvenece y se mantiene activo en tanto le dure esa pequeña energía. El cinturón de asteroides ha sido poco estudiado por naves espaciales.